Una vez que las participantes están conformadas en grupos de ahorro y reciben capacitación en medios de vida. Se entra a una etapa del proceso de graduación que busca dar condiciones para incrementar el ingreso familiar. Para esto se da un acompañamiento a cada familia para el diseño de su plan de vida y de un proyecto de ingreso tomando en cuenta sus propias capacidades, experiencias y el contexto comunitario, también se otorga el Capital Semilla necesario para desarrollar este negocio familiar. Durante el pilotaje de la estrategia de graduación de 2015 a 2017, mediante el capital semilla se financiaron proyectos familiares con un promedio de capital semilla de $8,900 por participante.
El giro de las actividades de ingreso se enfocó mayormente en negocios de compra y venta de productos diversos, también hubo elaboración de alimentos, apicultura, siembra de hortalizas, actividades artesanales, entre otros. Se brindó apoyo técnico/administrativo para la instalación de los proyectos familiares de ingreso y acompañó en su desarrollo.
Al cierre del pilotaje, se observa que el 67.6% de las actividades productivas continúan funcionando y las familias siguen trabajando en esta actividad, el 43.3% ha reinvertido parte de sus ganancias en la actividad productiva, en muchos casos pudieron diversificar sus actividades. En el 32.4% de negocios se observa un riesgo ya que no se ha logrado crecer el capital de trabajo.
Al iniciar el proyecto el 82% de los hogares no contaba con ingresos suficientes para poder cubrir plenamente las necesidades básicas del hogar, ningún hogar tenía una actividad productiva propia rentable y solamente el 18% tenía ingresos suficientes para cubrir las necesidades básicas del hogar.
Al cierre del pilotaje observamos que el 91.2% de las familias con las que trabajamos podía cubrir sus gastos básicos en materia de alimentación, salud y educación y ahorrar; el 6.1% aún no podía cubrir sus gastos plenamente pero ya no se queda con algún gasto básico descubierto y hemos logrado reducir al 2.7% las familias que aún no alcanzan cubrir ni los gastos básicos. Los cambios son notables, pues el 97.3% de la población meta ha logrado cubrir los gastos básicos del hogar: alimentación, salud y educación.